En el informe ePyme’14. Análisis sectorial de la implantación de las TIC en la pyme de España se muestra la evolución de la implementación de las TIC en diez de los primordiales campos productivos de nuestra economía, preservando el carácter sectorial de su exposición. Los campos que forman una parte del informe son: industria; construcción; venta y reparación de automóviles a motor; comercio mayorista; comercio minorista; hoteles, campings y agencias de viaje; transporte y almacenamiento; actividades inmobiliarias, administrativas y servicios auxiliares; actividades profesionales, científicas y técnicas; y también informática, telecomunicaciones y servicios audiovisuales. Estos ámbitos agrupan en torno al setenta y cuatro por ciento de las compañías que desarrollan su actividad en nuestro país, cifra que confirma la significativa representatividad de los desenlaces del informe.
El enorme factor diferenciador del Informe ePyme es su enfoque sectorial, que deja tener un conocimiento preciso de la situación tecnológica en que se hallan las microempresas y pequeñas y medianas empresas de los ámbitos analizados. El estudio aporta datos sobre qué tecnologías se usan, qué empleo se les dan, qué se valora de ellas y qué motivos arguyen aquellos que no las han incorporado. De esta forma, se ofrece un análisis cualitativo que deja conocer cuáles son los procesos de negocio críticos de cada campo, las herramientas y soluciones tecnológicas que resultan clave para cada uno de ellos de ellos, la valoración del impacto de las TIC que efectúan los empresarios, el análisis de debilidades, amenazas, fortalezas y ocasiones (DAFO) que presenta cada campo de cara a la tecnología y sus recomendaciones a los distribuidores TIC y a las administraciones públicas.
La página web en la empresa española
Si bien la mayor parte de las pequeñas y medianas empresas y grandes empresas (más del setenta y cinco por ciento conforme el informe) sí la tienen el porcentaje cae en picado tratándose de las microempresas, es decir, compañías de menos de diez empleados, las que, por otra parte, conforman más del noventa y cinco por ciento del tejido empresarial de España. En un caso así apenas un veintinueve por ciento de estas pequeñas organizaciones disponen de web corporativa, aun un ratio algo menor que en 2013 (0,7 puntos porcentuales menos). Las mejor paradas en este sentido son las microempresas del ámbito turístico como los hoteles, campings y agencias de viaje, donde el porcentaje de penetración sí es elevado, superando el setenta y seis por ciento (las pequeñas y medianas empresas y grandes empresas de este segmento se aproximan al noventa y cuatro por ciento en este factor).
En lo relativo a la penetración de la web, el propósito de llegar al cincuenta y cinco por ciento de las microempresas en dos mil quince está lejos de alcanzarse. Del informe se desprende que las compañías hallan 2 barreras principales: el costo en el que deben incurrir para conseguir posicionarla en los motores de búsqueda y el tiempo preciso para sostenerla actualizada, lo que en ámbitos como el comercio minorista demanda una revisión continua de productos y costos. Los dos factores están tras el descenso en el empleo de la web y de que ésta no sea vista como una herramienta tecnológica útil. Algo afín ocurre con las redes sociales, al demandar un tiempo y una dedicación que no todas y cada una de las compañías pueden permitirse. Apenas un veintinueve por ciento de microempresas disponen de web corporativa, aun un ratio algo menor que en años anteriores.
¿A qué se debe esta situación? ¿Por qué razón todavía muchas empresas no tienen web corporativa? Al hilo de los datos del estudio semeja que el costo que acarrea posicionar ésta en los motores de búsqueda y el tiempo preciso para sostenerla actualizada son los grandes frenos, aparte de que, y esto es grave, los encuestados aseveren no ver las webs corporativas como una herramienta tecnológica útil.
TIC en pymes y microempresas
Campos como el de transporte y almacenaje prosiguen teniendo grandes diferencias en la penetración de acceso a Internet o bien, por servirnos de un ejemplo, en el ámbito de actividades inmobiliarias, administrativas y servicios socorrieres, que prosiguen teniendo una baja adaptación a la telefonía móvil, mas por lo general se está avanzando en gran medida, merced al esmero de las microempresas por añadir las TIC en sus procesos de negocio.
Del mismo modo que sucedió en dos mil trece, la banda ancha móvil es la tecnología de acceso a Internet que mayor desarrollo ha experimentado, encontrándonos que 2 de cada 3 microempresas ya usa este género de acceso a Internet.
Los dispositivos móviles se están transformando en las oficinas portátiles de muchos pequeños empresarios, para los que la conexión a Internet desde exactamente los mismos facilita enormemente la administración diaria del negocio.
El Informe ePyme dos mil catorce deja patente el interés del tejido empresarial de España por añadir las nuevas tecnologías, mas esta adaptación supone un esmero esencial en tiempo y dinero, con lo que es esencial seguir con las tareas de sensibilización, particularmente entre las microempresas, y asimismo ofrecerles la capacitación y la información precisas, tal como las ayudas y los incentivos a fin de que sean capaces de sacar el máximo provecho de las TIC.
No hay, realmente, muchas sorpresas en lo que se refiere a los desenlaces que se desprenden del Informe ePyme’14. La integración de las nuevas tecnologías a los procesos de negocio de las pequeñas y medianas empresas y microempresas prosigue su tendencia de desarrollo. Aun en los campos en los que todavía se aprecia un cierto retraso en este sentido, los datos revelan que el avance es incontrovertible.
Resulta significativo el cada vez mayor uso de tecnologías de comunicación para formalizar las relaciones con la administración pública.
No obstante, no está de mas poner el acento en 2 consideraciones primordiales, comunes a todos y cada uno de los campos analizados: el déficit de capacitación en TIC de muchos profesionales y la aun escasa implantación del cloud computing. La primera lleva a la segunda, puesto que entre las primordiales razones de esta reducida apuesta por los servicios en la nube se apunta al desconocimiento que las compañías tienen con respecto a estas tecnologías. Al no conocer apropiadamente su funcionamiento no las consideran precisas para su negocio, sospechan de su seguridad y desconfían del hecho de depositar los datos de su empresa en esa “nube” cuya ubicación no les queda clara.
La propia Comisión Europea tiene una estrategia concreta para impulsar el cloud computing, al que considera clave para la creación de nuevos puestos, merced a la innovación, la competitividad y el ahorro de costos que acarrea. Sus estudios estiman que la computación en nube puede contribuir con unos cuatrocientos cincuenta millones euros al Producto Interior Bruto de la Unión Europea entre dos mil quince y dos mil veinte, y favorecer la creación prácticamente 1 millón de puestos en exactamente el mismo período.
Este país debe proseguir haciendo un esencial esmero por fomentar la capacitación en TIC de pequeñas y medianas empresas y microempresas, proporcionándoles los mecanismos y las ayudas precisas para progresar sus competencias digitales, y asimismo por fortalecer la divulgación y la información relativa a las nuevas herramientas como el cloud computing, a fin de que ningún empresario se quede al lado de sus beneficios.
Descarga el informe PDF completo en: http://www.ipyme.org/Publicaciones/informe-epyme-2014.pdf